Anteriormente conocido como “Postigo da Corredoura” por sus reducidas dimensiones y el hecho de que comunica directamente con el lugar donde se celebraban las ferias y donde corría el ganado.
Fue aquí donde llegaron los carruajes de Lisboa, dotando a este espacio de un gran movimiento de personas, animales y mercancías.
Hubo intentos de demoler este arco que fueron impedidos por la insurrección del poeta Mário Beirão.