Uno de los más interesantes de la ciudad, con una ornamentación protagonizada por un toro que cruza capiteles redondos decorados con motivos florales.
Su arco está flanqueado por dos cartelas con inscripciones góticas donde se puede leer el versículo 17 del Salmo CXVIII: “Será favorecido, y yo seré salvo. Y siempre medita en tus justificaciones.”
Según relatos, era la entrada al antiguo hospital de Espirito Santo.